Quienes han entrado a consultar esta página, se habrán dado cuenta de que el tema de la ADOLESCENCIA es sin duda algo que me apasiona. Pero no es el único. El campo de la SALUD MENTAL infantil y de adolescentes es muy amplio, y por eso en esta oportunidad quiero escribir sobre algo diferente: los DIVORCIOS, y el impacto que pueden tener en los hijos de quienes toman esa decisión.
Será un artículo introductorio, pero que busca empezar a crear conciencia de aspectos importantes a la hora de manejar esta situación.
Empezaré por decir que las parejas que me consultan buscando asesoría, lo hacen en dos momentos distintos. Unos llegan cuando ya han tomado la decisión de separarse, pero todavía conviven. Otros llegan cuando ya llevan un tiempo separados, y están observando, o alguien los ha alertado sobre posibles consecuencias negativas en sus hijos.
Sobra decir que nunca es tarde para buscar ayuda, pero ojalá más padres lo hicieran de manera preventiva, cuando ya tienen claro que no pueden convivir. Esto podría evitar que cometieran una serie de errores muy frecuentes de los que hablaremos después, y que pueden afectar la salud emocional de los niños y adolescentes a corto, mediano y largo plazo.
Cuando me reúno con una pareja que ha tomado la decisión de separarse, me aseguro de hacerles varias AFIRMACIONES:
*Lo primero que les digo es que siento mucho que estén pasando por esa situación, y que estoy segura de que agotaron todos los recursos antes de tomar esa decisión definitiva.
*Les digo también que la idea de la reunión no es entrar en detalles de su relación de pareja, ni de los motivos que los llevaron a concluir que deben acabar con el matrimonio. El objetivo es hablar de los hijos, y de cómo manejar las cosas para que el impacto negativo en ellos sea el menor posible.
*La gran mayoría de papás creen que el mayor daño que puede ser causado a los hijos, se desprende del hecho mismo de la separación. No es así. Y es otra de las afirmaciones que les hago. Por supuesto que el recibir la noticia de que sus papás se van a separar afecta a quienes la reciben, pero lo que determina las mayores o menores secuelas a largo plazo, es la forma como se lleva la separación. En mi recorrido profesional he sido testigo de divorcios muy bien llevados, y otros en los que desafortunadamente después de varios años sigue habiendo muchísima hostilidad y manejos inadecuados de ciertas situaciones.
*En relación con el punto anterior, les hago ver a estos padres que consultan, cómo el pronóstico emocional de sus hijos frente a la decisión que tomaron lo definen más ellos con el manejo que den a su separación, que cualquier terapeuta.
Hechas estas aclaraciones empiezo la sesión con la que busco darles herramientas que puedan serles de utilidad, y para eso me aseguro de incluir TRES TEMAS FUNDAMENTALES:
1. Cuándo y cómo debe anunciarse a los hijos la decisión que se tomó.
2. Una vez que se produce la separación, cuáles son los errores más frecuentes que se cometen y cómo evitarlos.
3. Cuáles son las señales de alerta que podrían indicar que los niños o los adolescentes deberían tener una intervención terapéutica.
Hasta aquí este BLOG introductorio. Es un tema muy amplio que iré desarrollando poco a poco.
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