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NIÑAS ADOLESCENTES Y REDES SOCIALES: UNA MEZCLA CON MUCHOS RIESGOS

Diana Zuleta Londoño

No podemos desconocer que el internet, la mensajería instantánea y las

redes sociales, pueden aportarnos información valiosa, formas ágiles de

comunicarnos y entretenimiento, entre otros beneficios.

Sin embargo, estas mismas herramientas al ser utilizadas por niñ@s y

adolescentes, pueden representar para ellos riesgos importantes.


Niñas Adolscentes y Redes Sociales - Blog Diana Zuleta Psicologa

Jonathan Haidt, en su libro “The Anxious Generation”, ya traducido como

“La Generación Ansiosa”, plantea de manera muy clara de qué manera las

redes sociales pueden impactar negativamente a la población adolescente

femenina. A esto quiero referirme en este “blog” que escribí con la

colaboración de mi colega María Cristina de Angulo Botero. La triste

realidad es que, lo descrito por el doctor Haidt, lo corroboramos a diario

quienes hacemos intervenciones psicoterapéuticas a esta población.


El tema es muy amplio, pero estos serían los principales riesgos que las

redes sociales podrían representar para las niñas adolescentes:


1. Cuadros de ansiedad - La autoestima de las niñas adolescentes está

muy ligada a su apariencia física, y a su nivel de popularidad social.

Cuando publican algo (especialmente fotos) en cualquiera de las

redes sociales, inmediatamente empiezan a esperar señales de

aprobación de parte de sus seguidores: Los “likes”, comentarios

elogiosos, o “emojis” positivos como la carita feliz o el dedo pulgar

hacia arriba, por poner solo algunos ejemplos. Esta espera produce

en ellas altos niveles de ansiedad y la necesidad de no separarse de

sus dispositivos, para comprobar, en tiempo real, el esperado éxito

de sus publicaciones.


2. Cuadros de depresión – Relacionado de manera directa con el punto

anterior, cuando las niñas no logran el resultado esperado con sus

publicaciones, es decir, cuando no reciben de los otros adolescentes

el número de aprobaciones suficientes, o no las reciben de quienes

esperaban recibirlas, pueden generarse episodios depresivos al

concluir de manera acertada o equivocada, que no son tan

aceptadas ni tan populares como quisieran.


3. Inseguridad física, social, sentimental – las adolescentes que usan

redes sociales, son también seguidoras de muchas otras personas,

desde compañeras, adolescentes de otros colegios, ciudades o

países, hasta ídolos juveniles como cantantes y actrices. El problema

radica en que, la gran mayoría de personas jóvenes, y mucho más,


las figuras públicas, muestran en las redes sociales una apariencia

física, una vida social, una situación sentimental y unas capacidades

económicas, aparentemente perfectas. Y las adolescentes con

inseguridades en cualquiera de estas áreas, que son la mayoría,

creen en esta supuesta perfección y empiezan a comparar sus

realidades con las de estas personas a las que siguen. De esa

comparación pueden resultar también cuadros depresivos,

trastornos de alimentación, y por supuesto baja autoestima, entre

otras consecuencias psicológicas.


4. Deprivación de sueño – Los adolescentes sufren de un fenómeno

conocido como “FOMO” (Fear of Missing Out), es decir, no quieren

perderse de nada de lo que sucede en sus vidas y en las de los

demás. Las redes sociales no paran: 24 horas, 7 días a la semana,

365 días al año, aparecen nuevas publicaciones. Quienes tienen

dispositivos en sus habitaciones en las noches, normalmente no

resisten la tentación de mirar sus dispositivos a cualquier hora de la

noche, por lo que corren un alto riesgo de dormir menos de lo que

está indicado para proteger su salud física y mental.


5. Disminución o afectación de relaciones interpersonales – el

consumo permanente de redes sociales está aislando a la población

adolescente. Cada vez se muestran más ensimismados, no buscan

relacionarse de manera presencial, y si lo hacen, carecen de

habilidades sociales.


6. “Influencers” como figuras de identificación e imitación – como

parte de su búsqueda de identidad, las adolescentes necesitan

modelos con quienes identificarse y a quienes imitar. Y en las redes

sociales encuentran una cantidad y variedad de esos llamados

“influencers”. Como su nombre lo indica, buscan influenciar en

apariencia, actitudes, hábitos, a quienes los siguen. Si bien muchos

de estos influenciadores transmiten cosas positivas, las

adolescentes corren el riesgo de seguir modelos inadecuados, sin

que su cerebro inmaduro les permita identificarlos. Empezar dietas

estrictas que puedan terminar en graves condiciones médicas,

autolesionarse como una forma de manejar emociones negativas,

auto diagnosticarse con cuadros psiquiátricos, son solo algunos de

las muchas alternativas que las niñas encuentran en las redes

sociales a través de estas personas a las que siguen.


El tema es mucho más amplio, pero quiero irlo introduciendo para generar

conciencia en los padres, profesores, familiares de niñas adolescentes.

Algunos países están tomando medidas para prohibir el acceso a redes

sociales por parte de las poblaciones infantil y adolescente. No es fácil

lograr este propósito sabiendo la habilidad que tienen los niños y jóvenes

para manejar la tecnología. Pero es un buen comienzo.

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